Villanueva de Cañedo

Villanueva de Cañedo (Castillo del Buen Amor)


Este castillo está situado al norte de la provincia de Salamanca lindando con la de Zamora y no lejos de la carretera que une ambas capitales.

Su construcción data del siglo XV y por su situación en terreno levemente ondulado y cubierto de monte, más parece que fue dedicado a estación de montería y palacio de residencia que a castillo típicamente militar.

Hasta hace pocos años en que con mimo y dedicación sin igual, la familia actualmente propietaria del mismo lo restauró, su estado era verdaderamente lamentable pues yacía medio abandonado con sus torres y baluartes hechos cantera de desaprensivos, medio caído y llamado a una total destrucción. Actualmente está reconstruido en su totalidad tanto interior como exteriormente e incluso se ha levantado de nuevo la que fue torre del homenaje.

No se sabe de su historia, aunque los escudos heráldicos que se prodigan por todo el recinto con las cinco estrellas y uno cobijado por capelo arzobispal, declaran como fundador al Patriarca y antes arzobispo de Compostela D. Alonso de Fonseca, bien conocido por sus fundaciones en Salamanca; y en efecto un D. Antonio de Fonseca y Ulloa fue primer conde de Villanueva de Cañedo por merced de Felipe II. Últimamente lo poseyó el Duque de Sexto.

El castillo-palacio estaba aislado por un profundo foso del exterior, atravesándose el mismo por medio de un puente levadizo, el cual tocaba en el antemuro o barbacana que rodeaba el edificio. La puerta es adintelada con escudo encima y corpulentas almenas con labor de escamas; en medio de sus lienzos volaban garitas en saledizo y tres de los ángulos se protegían con recios cubos conteniendo aposentos abovedados en dos pisos, de los que el inferior tenía entrada por un camino de ronda subterráneo.

En la plataforma de este primer recinto se abre el palacio formando un cuadrilátero con torres a los ángulos que corresponden a los puntos cardinales. Ellas son término medio entre redondo y cuadrado en razón de sus esquinas curvas y la de hacia norte se desgarra montando sobre la barbacana, puesta al través, gigantesca de tamaño como "homenaje" de fortaleza, amparando bajo su masa la entrada del palacio.

La entrada al mismo se hace por puerta de arco gótico de enormes dovelas. Cerraban esta puerta, primero una reja de balaustres forjados con extraña invención y luego dos hojas enchapadas en hierro con puntiagudos clavos, postigo y mirilla. Traspasada ésta, se abre el patio con dos pisos de galerías en tres de sus lados, formando el cuarto un muro en cuya parte alta se abre un precioso balcón y una galería más arriba igual a las de los otros lados. Los interesantes artesonados de los techos de las habitaciones y de las galerías fueron destruidos por un incendio.

En la actualidad, rehabilitado, es un establecimiento hotelero.










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