No es un castillo propiamente dicho sino un fortín edificado por los romanos para vigilancia de la calzada romana que pasa cerca del pueblo.
Está situado al este del mismo sobre una loma que domina gran extensión de terreno, tiene forma de cuadrilátero de unos 28 por 26 metros, hecho de mampostería de granito con fuertes sillares en las esquinas.
En tiempos estuvo recubierto con una armazón de madera a dos aguas. La puerta, de arco semicircular (muy deteriorada) está en el centro de uno de los paños y se pueden apreciar a un metro sobre el suelo interior -muy irregular- y en diversos puntos alrededor, angostas saeteras.
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